¿Por qué es importante la formación en el sector de la hostelería

¿Por qué es importante la formación en el sector de la hostelería?

Profesionalizar el sector se ha convertido en una prioridad, necesitamos empleados capaces y satisfechos, ¿es la formación la solución?

Si te gusta nuestro contenido, suscríbete a la newsletter

En cualquier tarea que uno se proponga, la gestión de los recursos es sin duda lo más importante. Conseguir tus objetivos antes de que se acaben los recursos a disposición es probablemente una buena definición de éxito. Los recursos, por definición, son escasos y generalmente es preferible gastar los menos posible.

Si en hostelería hablamos de recursos, básicamente, nos referimos a dinero y a partir de ahí, de todos los bienes que conseguimos con ellos. Es súper importante hacer una gestión impecable con el control de costos ya que en nuestro sector (como en cualquier otro negocio) hay más lugares donde gastar dinero, que donde hacerlo.

Para un restaurante y para la mayoría de negocios horeca, las dos partidas de dinero más grandes a gastar son comida (comida, bebida y consumibles) y personal. Yo defiendo la idea que la mejor manera de controlar estas dos partidas es la gestión de personal. De hecho, probablemente es la única si tenemos en cuenta la formación como parte de la gestión de personal.

Antes de hablar de qué es la formación del personal, hablaremos de cuál es su efecto en el negocio. Imagina que por un momento pudieras hacerle algo a 1kg de carne para sacar el doble de raciones consiguiendo igualmente que la satisfacción del cliente mejore. ¿Imposible verdad? … Pues este es el efecto de la formación en el personal.

Si tenemos en cuenta que las horas de trabajo de nuestro personal no dejan de ser un tipo de materia prima consumible, debemos ser capaces de sacarle el máximo rendimiento posible. La formación nos ayuda a conseguir dos cosas:

Primero mejora el conocimiento y las habilidades ayudándoles a resolver los problemas que se encuentren en su día a día y les da la capacidad de seguir con más rigurosidad los diferentes sistemas de trabajo que tengas en plaza (fichas técnicas, normativas, políticas y procedimientos…). Esto en si mismo es un beneficio, un mejor seguimiento de las normativas tiene un impacto directo en el control de costos y la satisfacción del cliente (calidad de producto y servicio) que son las dos áreas que garantizan rentabilidad y prosperidad a nuestro negocio.

Segundo, la formación continua es lo que se llama un “valor añadido” al hecho de ser nuestro empleado. Esto significa varias cosas… cuando uno le da valor añadido a un puesto de trabajo la percepción del empleado de la retribución que gana mejora; es decir, a su sueldo se le añade la formación como pago en especias. Además, la formación hace que el valor futuro del trabajador mejore, no solo le das valor extra por que aprende, sino que además esto en un futuro mejorará sus ingresos ya que será un trabajador de mejor calidad. Por si todo esto no fuese suficiente, todo esto que ya hemos dicho sube la moral y la autoestima de los trabajadores y les hace trabajar mejor, cuando uno siente una mejora gracias su trabajo, se siente bien y trabaja mejor. Es un círculo virtuoso. Todo esto combinado, mejora la percepción que tiene el trabajador del empleador y lo hace más propenso al sacrificio en momentos de necesidad.

En definitiva, un buen plan de formación hace que por cada euro que le pagas a tus trabajadores ellos trabajen 1.10€. Formar a nuestro personal es equivalente a motivar a nuestro personal. El personal es lo que mantiene nuestro negocio en marcha y a nuestros clientes contentos.

La formación es cualquier acción que tomemos para mejorar el nivel de conocimiento teórico o práctico del personal. Por lo tanto, la formación no es solo hacer una reunión de dos horas en la que se les da unos documentos y se les martillea con un montón de información. Formación es cada vez que te acercas a un compañero y le indicas la forma correcta de ejecutar una tarea o le explicas como organizarse o le das un “discurso” motivacional. Por lo tanto, la formación es CUALQUIER forma de mejorar el rendimiento del personal mediante la comunicación de ideas, conocimientos o prácticas.

Otra consideración importante es el desarrollo en el tiempo de esta comunicación. Todos estamos familiarizados con el concepto de “formación continua”, ya que, en los últimos 20 años se ha convertido en la base de muchos discursos vacíos en cúpulas directivas y cabezas pensantes de muchos negocios. Pero la formación continua no es solo un truco para culpabilizar a tus cargos intermedios del fracaso de tu plan de expansión. Formación continua es tener un plan por el cual no solo tenemos un plan de formación reglada y normativa para todos nuestros empleados, sino que además tenemos un método por el cual los miembros con más experiencia de nuestro equipo están volcando esa experiencia de manera diaria (en cada servicio) en los miembros con menos experiencia. Esto debe ser por lo tanto CULTURA DE EMPESA.

De la única manera que una práctica comienza a formar parte de la cultura de empresa es si pasa a formar parte de las rutinas del líder. Si bajamos esta idea a la realidad es que: el líder debe estar buscando siempre conocimiento y habilidades nuevas para poder transmitir a su personal. Pero también debe buscar conocimientos y habilidades, no para transmitir a su personal, pero sí para enriquecerse como líder. Por lo tanto, el líder debe ser capaz de crearse un plan de formación continua de manera autónoma para mejorar constantemente y ser así capaz de hacer que su personal mejore.

En el momento que nos encontramos, sería necio pensar que formación es solo ir a academias o buscar formación reglada. En la actualidad las redes sociales, plataformas audiovisuales y formación online son recursos valiosísimos que pueden ayudar a aumentar tu conocimiento. Estos métodos pueden complementar a la formación más tradicional o pueden por si mismos, ayudar al líder a conseguir su objetivo de someterse a una formación continua.

La formación de nuestro equipo puede planearse en torno a métodos tradicionales y modernos de formación, pero en cualquier caso, debe ser liderada por los mandos intermedios que a su vez deben estar inmersos en su propia formación continua.

 

En conclusión, la mejor forma de obtener más por el dinero que pagamos en sueldos es la formación. Además, el personal bien formado reduce nuestros costos en el resto de áreas. Esto solo lo conseguiremos teniendo un buen plan de formación continua multiplataforma y teniendo a mandos intermedios y líderes enfocados siempre a formación. De la única manera que uno puede enfocarse a la formación es si está recibiendo él mismo formación de manera continua. Esto es, por lo tanto, un conducto por el cual la formación entra a la organización desde arriba y en cascada llega a toda la organización.